viernes, 1 de junio de 2018

TECHO

En 2018 tuvimos la oportunidad de poder decidir ser parte de esta increíble experiencia. En esta, nosotros elegimos estar a disposición de trabajar y colaborar a la par de otros voluntarios con un mismo fin. La mayoría de nosotros nos encontramos con un a realidad que nos golpea, una realidad de no creer: la realidad de la pobreza. Después de encontrarnos con esta, las ganas de ayudar aumentaron aún más, el poder hacer un cambio, realizar una mejora, ayudar al otro a prosperar, sentirse capaz es una cosa única. 
Fuimos a la construcción con la intención de ir a dar, y nos terminamos llevando el doble; fuimos con la intención de ir a cambiar el mundo a una familia y nos lo terminaron cambiando ellos a nosotros. Cambiaron nuestra perspectiva, nuestra forma de pensar, de ser, de sentir, y sobre todo de valorar. ¿Increíble no?
Creo que hoy, la mayoría de nosotros nos sentimos agradecidos de haber podido vivir esta experiencia, de haber podido elegir ser ese granito de arena. Es imposible explicar con palabras qué tan lindo se siente dejar la huella en el otro, y que otros dejen la huella en nosotros  también.
“Mucha gente pequeña en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas pueden cambiar el mundo” Eduardo Galeano.

Último campamento como acompañante

El 8 de Noviembre tuve mi último campamento escolar como líder. Sinceramente es de las cosas que más voy a extrañar del colegio ya que si...