En cuarto año cambió muchísimo el grupo. Siempre fuimos un grupo chicos, todos nos conocíamos con todos, cada uno sabía que rol cumplía en el grupo. Pero en 2017 entraron muchos compañeros nuevos. Cuando digo muchos no exagero, entraron once. Once personas de diferentes colegios, con diferentes formas de ser, de pensar y con distinta educación.
Fue difícil aprender a convivir, a conocernos, a definir de nuevo los roles, pero con el tiempo se puedo, y llegamos a lograr muchas cosas, entre ellos TECHO, el viaje solidario...
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